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Mostrando entradas de marzo 12, 2011

Pintor James Abbott McNeill Whistler.

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Muy buenas noches queridos lector es. Como siempre los qui ero saludar desde mi bella ciudad Hermosillo, Sonora, México. Esta noche como siempre to mand o una rica taza de café en mi estudio y con un a bu enísima música de jazz de fondo para ambien tarme, me gustaría platicar de un gran pintor estadounidense, además de ser diseñador y un artista gráfico, este pintor realizo e innovo técnicas y fue un gran luchador en el arte mod erno, me estoy refiriendo al famoso y polémico James Abbott McNeill Whis t ler. Este pintor nació un 10 de julio de 1834 en la cd. de L ow el l, Massa chusetts, y vivió sobre todo en Franc ia e Inglaterra. Cuando el pintor tenia ocho años, invitaron a su padre, George Washington Whistler, a Rusia p ara construir el ferrocarril, en esa época nuestro futuro pintor aprendió francé s en el colegio. Estuvo en la United States Military Academy en West Point var io s añ os y la dejó por suspender un examen de química. Cuando contaba con apenas 21 años decide cru

¿Dónde se colocó el primer semáforo?

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El primer semáforo fue instalado en la ciudad Cleveland, en Estados Unidos. Fue inventado por Alfred Benesh en 1918. Cuando comenzó, sólo tenía una luz roja. Años más tarde en Nueva York, también en Estados Unidos, le agregaron la luz amarilla y verde.

“YA DE VIEJO”

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Ya de viejo es del sabio en mi entender, la sapiencia que me deja de la vida el conocer: lo que es bueno, lo que es malo y lo que ambas cosas pueden ser, dependiendo en la manera como encauce tal saber. Aprendí, ya de viejo, que si sólo hago lo que he hecho obtendré lo mismo, pues cosecho según haya sembrado: aceitunas si olivos, espinas si cardos, paz si el amor, nunca el bien si lo malo. Me ilustré del sabio, ya de viejo que él no juega con fuego, el listo, al ser visto sí lo hace pero finge no quemarse; el primero enfrenta riesgos y aprende a ser valiente, el segundo cree que es bravo sólo aquel que así nace. Supe que las chanzas no se esperan sino que debo buscarlas y que al primero que he de amar es al hombre del espejo, al que siempre en las mañanas habré de sonreír, pues sin duda ese guapo merece ser feliz. Desde joven comprendí que es cosa buena la política, pero hoy los hechos me confirman que eso es sólo en el papel, pues sus actores ratifican al fragor de la contienda, que h