Enrique Plascencia de la Parra, investigador de la UNAM, en un artículo publicado en Historia Mexicana, en su número de octubre-diciembre de 1995, aclara muy bien el alcance de la historia y del mito de los cadetes que murieron bajo las balas de los gringos en 1847. Antes debo decir que José María Roa Bárcena, el cronista de la invasión, para nada menciona a esos héroes y que "México a través de los siglos", la historia oficial porfiriana, tampoco aporta mayores datos. El estudio de Plascencia de la Parra, utilizando todas las fuentes documentales disponibles afirma que, por principio de cuentas, los "niños" fueron realmente jóvenes rebeldes: desobedecieron las órdenes de don Nicolás Bravo, director del Colegio Militar, quien, al verse sin armas ni parque, ordenó que se fueran a sus casas y no estorbaran. Miguel Miramón, cadete disciplinado, se escapó así de ser niño héroe. Las leyendas que contamos a nuestros niños en primaria: que uno se envolvió con la bandera, q...