CHISTES BLANCOS Y COLORADOS
CHISTES BLANCOS Y COLORADOS
Por: Juan Pedro Hoyos Najera
DE ABOGADOS
El abogado del pueblo está en la plaza de mercado con su mujer y se encuentra con Don Pedro y éste le dice:
- Doctor, doctor, cuénteme, ¿cómo va el asunto de la vaquita?
Y el abogado le contesta:
- Muy bien, muy bien, tranquilo que la vaca es suya.
Siguen caminando el abogado y su mujer y se encuentran luego con Don Vicente y este también pregunta:
- Doctor, dígame, ¿cómo va el asunto de mi vaquita?
El abogado le responde:
- Muy bien hombre, tranquilo que la vaca es suya.
Luego entonces, la mujer del abogado le dice:
- ¿Cómo es que les aseguras a ambos que la vaca es suya?
Y dice el abogado:
- Tranquila mija, que la vaca es nuestra.
OTRO
El perro de un abogado entra a la carnicería de al lado y se come un filete frente al carnicero. Este, indignado, va a la oficina del abogado y le pregunta:
Si un perro se mete a mi carnicería y se come un filete ante mis propios ojos, ¿tengo derecho a demandar que el dueño del perro me pague el filete?
-Por supuesto que sí.
- Entonces, ¡págueme los $10 del filete que se comió el perro!
- El abogado saca un billete de $10 y se lo entrega sin objeciones al carnicero, quien se devuelve a su negocio, avergonzado por haber desconfiado del abogado.
Una semana después, ¡el carnicero recibe una cuenta de cobro del abogado por $150 correspondientes a la consulta!
Por: Juan Pedro Hoyos Najera
DE ABOGADOS
El abogado del pueblo está en la plaza de mercado con su mujer y se encuentra con Don Pedro y éste le dice:
- Doctor, doctor, cuénteme, ¿cómo va el asunto de la vaquita?
Y el abogado le contesta:
- Muy bien, muy bien, tranquilo que la vaca es suya.
Siguen caminando el abogado y su mujer y se encuentran luego con Don Vicente y este también pregunta:
- Doctor, dígame, ¿cómo va el asunto de mi vaquita?
El abogado le responde:
- Muy bien hombre, tranquilo que la vaca es suya.
Luego entonces, la mujer del abogado le dice:
- ¿Cómo es que les aseguras a ambos que la vaca es suya?
Y dice el abogado:
- Tranquila mija, que la vaca es nuestra.
OTRO
El perro de un abogado entra a la carnicería de al lado y se come un filete frente al carnicero. Este, indignado, va a la oficina del abogado y le pregunta:
Si un perro se mete a mi carnicería y se come un filete ante mis propios ojos, ¿tengo derecho a demandar que el dueño del perro me pague el filete?
-Por supuesto que sí.
- Entonces, ¡págueme los $10 del filete que se comió el perro!
- El abogado saca un billete de $10 y se lo entrega sin objeciones al carnicero, quien se devuelve a su negocio, avergonzado por haber desconfiado del abogado.
Una semana después, ¡el carnicero recibe una cuenta de cobro del abogado por $150 correspondientes a la consulta!
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