Comprar, tirar, comprar


Comprar, tirar, comprar, un documental sobre obsolescencia programada, o lo que es lo mismo, la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo. Por una vez, la televisión pública española da la opción de compartir el documental en otras webs, así que lo traemos hasta aquí para los que se lo perdieron. Merece la pena y puede suscitar un interesante debate.



Baterías que se ‘mueren’ a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas… ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?

Rodado en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana, Comprar, tirar, comprar, hace un recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 una influyente revista de publicidad norteamericana, “un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios.Uno de los sustentos teóricos de la macroeconomía moderna como disciplina académica de análisis del comportamiento de la sociedad radica en la conocida ?Ley de la Oferta y la Demanda? que, a finales del siglo XVIII, ya intuyese Adam Smith en su obra más popular: ?La riqueza de las naciones?.

La economía mundial se basa en el consumo. Si los ciudadanos no consumen, este sistema económico se vendrá abajo. Sin embargo, el planeta tiene unos recursos finitos que se están acabando. En otras palabras, este sistema económico no es sostenible. De algún modo, tiene que cambiar. Ya sea por obligación, ya que faltará alguno de los recursos que lo sustentan, como el petróleo, ya sea por el impulso de políticas y comportamientos sostenibles que cambien por completo el modo de vivir.

Las grandes corporaciones saben que dependen del consumo desaforado. Por tanto, no les conviene que los productos que venden duren para siempre. Es mucho más productivo que el producto tenga una vida útil determinada de modo que el consumidor tenga que comprar otro producto igual o parecido cada cierto tiempo. Es lo que se llama la obsolescencia programada, fabricar productos que se estropean pasado un determinado tiempo, tiempo que decide la empresa que los fabrica. La obsolescencia programada y la publicidad, que invita a consumir productos que, en realidad, el ciudadano no necesita, son los pilares de la economía actual.

Hoy en día, pretender que el ?Precio? es la única variable que ajusta ofertas con demandas es una tremenda ingenuidad pues el devenir de la historia comercial de los países desarrollados nos demuestra cuantos otros factores tienen también su protagonista injerencia en el comportamiento del consumidor, conformando al final una tupida red de estrategias, tácticas, técnicas e intereses que tergiversan la pureza de esta teoría y que los economistas ya no damos abasto a modelizar.

De entre todas ellas la Obsolescencia Programada es una de las más deshonestas pues comporta aquello que siempre es más condenable: el engaño. La fabricación de productos con fecha de caducidad técnicamente predeterminada y previamente ocultada con objeto de favorecer su rotación en ventas nos aboca a una paradoja sin sentido: ¡Los productos mejoran paulatinamente en su calidad pero cada vez duran menos!. Es decir, el verdadero valor de un producto respecto de su contribución al uso asignado queda limitado por el fabricante al acortar deliberadamente su vida útil por una razón de interés comercial, práctica unilateral que situa en franca desventaja al confiado comprador. Esto no parece justo.

¿Por qué no se hacen leyes contra este abuso de la obsolescencia programada? La respuesta es el mantenimiento del consumo. Alimentando el círculo tan vicioso como estúpido de fabricar, comprar, tirar, volver a fabricar, se mantiene el motor de una economía absurda de la que obtienen beneficio los fabricantes. Ah, y el empleo, no se olvide: así se mantienen millones de empleos basura ocupados en la fabricación de basura.

Para los que aún no lo han visto les dejo aquí el documental.
¿Que opinas?
http://www.youtube.com/watch?v=QosF0b0i2f0&feature=player_embedded#


Tomado de http://www.microcaos.net/actualidad/obsolescencia-programada/


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